Dicen que es complicado pillarla, hasta comentan que tiene dientes y muerde… Pues bien, hay veces que la creatividad es más sencilla que todo lo que cuentan. Para nosotros, es nuestro aliado, vivimos por y para ella y por tanto, hemos empezado a entenderla y saber cómo tratarla. Por eso, os facilitamos unos cuantos trucos para que empecéis a darle vueltas a la cabeza, estrujéis las ideas y sacar el máximo potencial a todos los proyectos que se os ocurran.
Todos somos creativos y todos tenemos ideas, las llevamos dentro, solo debemos ejercitarla y sacarla a la luz.
¿Cuántas veces nos hemos callado por no meter la pata o nos ha dado vergüenza porque nuestra idea nos parecía ridícula? Pues bien, en el mundo publicitario… la ridiculez no tiene cabida. Todas las ideas son bienvenidas y curiosamente, las ideas más simples o más alocadas son las que mejores resultados puede tener.
Si estás leyendo esto es porque llevas la creatividad corriendo por tus venas… Adelante creativo, ¡sigue leyendo!
¡Lánzate y arriesga, 0 vergüenzas!
No hay que buscar razones para hacer las cosas, busca maneras para hacerlas. Nuevas vías, nuevas formas de comunicar, mide, comprueba y testea, y si te caes, vuelve a levantarte. Las razones son excusas, si algo es importante se hace y punto, si no lo es, quizá lo mejor no sea hacerlo.
Empatía, nuestro mejor aliado
Ponte en el lugar de los demás. ¿Cómo reaccionarían los demás ante tu idea?, ¿Es una idea alocada, divertida, conservadora, innovadora? ¿A ti te encantaría que te presentaran tu idea? Si la idea no te convence, entonces quizá no es la idea definitiva, prueba a darle más vueltas. En publicidad, hay una regla de oro. La primera idea que se te ocurra, tírala, esa solución es la obvia. ¡Fuera, estrújate más la cabeza!
Equivócate y aprende
Casi el 80% de las ideas son tiradas a la basura, de ahí, el 20% eran ideas válidas y de ahí, solo un 2% eran ideas que marcaban una diferencia para la marca, ideas diferenciadoras. Siguiendo la frase de que antes hay que besar muchos sapos, tenemos que ser conscientes de que los fracasos no son malos.
Colabora y participa
Comprueba tus ideas, haz mil brainstorming si hace falta, pero sobre todo, compara y habla. ¡Las mejores ideas surgen alrededor de una mesa redonda!